Aquí podrás encontrar información sobre conocimientos básicos de matemáticas que deberían formar parte de tu cultura general.
No se puece hablar de química sin hablar de Antoine-Laurent Lavoisier (1743-1794 ), por muchos considerado como el padre de la química moderna. A él se le debe, entre otras muchas cosas, la ley de la conservación de la masa (que cronológicamente fue la primera ley básica en química) enunciada en 1775 y la interpretación correcta del oxígeno (que no su descubrimiento, que pertenece a Carl Wilhem Scheele (1742-1786) y Joseph Priestley (1733-1804)) y su papel en los procesos de combustión.
Y la verdad es que la humanidad le podía haber debido mucho más si no hubiera sido porque a las 5 de la tarde un jueves 8 de mayo de 1794, Antoine-Laurent Lavoisier fue ejecutado por decapitación durante la Revolución Francesa. ¿Que cuál fue su delito? Su verdadero oficio, ya que Lavoisier no vivía de la ciencia sino de ser recaudador de impuestos de la Ferme Générale, una organización semi-feudal, que por concesión real, se encargaba de gestionar el cobro de los impuestos en Francia. Aunque Lavoisier colaboró con el gobierno revolucionario al comienzo de esta época encargándose de gestionar actividades científica y educativas, durante el periodo del Reino del Terror (septiembre de 1793) todos los concesionarios de la Ferme Générale fueron detenidos y condenados a muerte, entre ellos, uno de los padres de la química moderna.
El matemático y amgio Joseph-Louis Lagrange, ante la muerte de Lavoisier se lamentó y pronunció: «Un segundo bastó para separar su cabeza del cuerpo, pasarán siglos para que una cabeza como aquella vuelva a ser llevada sobre los hombros de un hombre de ciencias”.